El gobernador del Distrito 2203 de Rotary, Jesús Martínez, comprueba la buena salud del Club melillense

“Para mí es un sueño cumplido haber podido venir a esta ciudad”, recalcó Jesús Martínez tanto en su reunión de trabajo con los rotarios locales como en las entrevistas que ayer mantuvo con las principales autoridades de la Ciudad, acompañado por la actual presidenta del Club Rotary Melilla, Mariola López Llorca, la actual secretaria del Club, Irene Flores, y el presidente para el curso venidero 2019-2020, Salvador Saavedra. En el transcurso de dichas reuniones, el gobernador no sólo puso la amplia organización rotaria al servicio de las Administraciones Públicas en aquellos objetivos para los que se detecte una necesidad de acción solidaria, sino que explicó el sentido del movimiento rotario y sus tres pilares fundamentales: la fraternidad y cultivo de la amistad entre sus miembros; la cooperación al servicio de la sociedad y los colectivos más vulnerables; y la interrelación rotaria en todos los ámbitos profesionales. Jesús Martínez quiso además subrayar tanto a la felegada del Gobierno, Sabrina Moh, como a la consejera de Cultura, Fadela Mohatar, la singularidad de un Club como el melillense, en torno al que se agrupan una veintena de miembros representativos de distintas profesiones y de la interculturalidad melillense. “Lo que supone Rotary a nivel internacional se refleja perfectamente en el Club de Melilla”, recalcó. Sus palabras de aliento y su abierto respaldo al rotarismo local han servido de revulsivo para un Club fundado inicialmente en nuestra ciudad en el año 1934 y, posteriormente, refundado en 1997 por la activa empresaria melillense, Margarita López Almendáriz. La visita del gobernador sirvió también de ocasión idónea para dar la bienvenida al nuevo rotario Vicente León Zafra, actual director del Centro Deportivo La Hípica y del Casino Militar, al que Jesús Martínez impuso la insignia representativa de Rotary, en el transcurso de una distendida cena que, a su vez, sirvió de ocasión para una amigable reunión de trabajo en la que se analizó la realidad actual del rotarismo local. En tal sentido, cabe destacar que el Club ha sido merecedor, un año más, de una subvención distrital de la Fundación Rotaria destinada, en esta ocasión, a la compra de materiales para la Clínica Odontológica del Centro de Estancia Temporal de Inmigrantes, promovida por la Fundación de Odontología Social Luis Séiquer, con el decidido apoyo del Colegio de Odontólogos de Melilla que preside el también rotario Rafael Carroquino. Proyectos La ayuda a la Clínica Odontológica del CETI ya ha logrado prestar atención a más de 3.000 inmigrantes desde su apertura en 2016. Gracias a su existencia, destinada a cubrir un ámbito de la atención sanitaria al inmigrante al que la Administración Pública no llega, se han logrado subsanar infecciones bucales que podrían haber derivado en graves problemas de salud. Junto al proyecto del CETI u otros como el que se llevó a cabo el año pasado con la compra de productos de alimentación infantil y material sanitario para la Unidad de Neonatos del Hospital Alhassani de Nador, el Club Rotary Melilla sigue trabajando en beneficio de la sociedad melillense y de vecino hinterland marroquí. Dichos proyectos han sido posibles en gran medida por el apoyo distrital, mediante la Fundación Rotaria; una de las entidades que conforman la estructura del rotarismo a nivel mundial y cuyo cometido es proporcionar fondos para llevar a cabo actividades humanitarias, ya sea mediante proyectos de servicio en la comunidad o de iniciativas mundiales. La Fundación Rotaria se nutre de las aportaciones que realizan los clubes y los propios rotarios, bien directamente o a través de los distritos en los que están organizados. Aproximadamente el 90 por ciento de las donaciones se destinan directamente a proyectos de servicio en todos los continentes. De hecho, dichas aportaciones han sido cruciales para eliminar el 99,9 por ciento de lo casos de polio en el mundo con la campaña que el Club Rotary Internacional empezó a desplegar en Filipinas, en el año 1979, y que ha permitido vacunar a más de 2.500 millones de niños, lográndose que la Polio esté cada vez mas cerca de convertirse en la primera enfermedad a erradicar en el presente siglo XXI.